En la estructura tradicional de un sistema integrado verticalmente, la generación y la transmisión eran operadas en forma unificada. El sistema era administrado entonces con un despacho centralizado que tenía la información y el control sobre los costos operacionales y las restricciones del total de las instalaciones. En esta estructura, no había aspecto de la operación del sistema que escapara al conocimiento y control del despacho central. El término congestión no era usualmente utilizado y más bien se hablaba de límite térmico, sobrecarga, bajo voltaje, límite de estabilidad, y otros conceptos similares.