Este documento se escribió en el 2010, cuando muy pocos países en Latino América tenían políticas o regulaciones de incentivos para la generación eléctrica con fuentes renovables de energía. El Perú fue uno de los primeros países en establecer un marco regulatorio al respecto, basado en un sistema competitivo de subastas y de primas en el precio de venta de estas fuentes de energía. Al 2017 hemos tenido 4 subastas de este tipo.